Ángeles y Arcángeles, espíritus puros creados por Dios, ayudadnos a vivir correctamente en este mundo. Que sepamos amarnos los unos a los otros. Que con vuestra intercesión sea iluminado nuestro entendimiento, para poder comprender la importancia en ayudar a los demás, en servirlos y en amarlos. Que vuestra radiante luz abra nuestros ojos y cierre las puertas del odio siempre jamás.