martes, 31 de enero de 2012

Poema A Maria

María, tu luz pura,
reflejo de la gloria,
brilló entre mi penumbra
iluminó las sombras,

Ya no tengo temor,
siempre estás a mi lado,
eres mi convicción,
me abrigas con tu manto
y me acercas al sol
del amor del Amado.
No siento soledad,
ni dolor, ni cansancio,
una emoción vital
ha llenado mi espacio,
he nacido a la paz
de tu humano Sagrario.
¡Mi esperanza retoña!.
¡Te agradezco el milagro!.
¡Son mis días, mis horas,
cuentas de tu Rosario!.


Emma-Margarita R A.-Valdés