María, tu luz pura,
reflejo de la gloria,
brilló entre mi penumbra
iluminó las sombras,
Ya no tengo temor,
siempre estás a mi lado,
eres mi convicción,
me abrigas con tu manto
y me acercas al sol
del amor del Amado.
No siento soledad,
ni dolor, ni cansancio,
una emoción vital
ha llenado mi espacio,
he nacido a la paz
de tu humano Sagrario.
¡Mi esperanza retoña!.
¡Te agradezco el milagro!.
¡Son mis días, mis horas,
cuentas de tu Rosario!.
reflejo de la gloria,
brilló entre mi penumbra
iluminó las sombras,
Ya no tengo temor,
siempre estás a mi lado,
eres mi convicción,
me abrigas con tu manto
y me acercas al sol
del amor del Amado.
No siento soledad,
ni dolor, ni cansancio,
una emoción vital
ha llenado mi espacio,
he nacido a la paz
de tu humano Sagrario.
¡Mi esperanza retoña!.
¡Te agradezco el milagro!.
¡Son mis días, mis horas,
cuentas de tu Rosario!.
Emma-Margarita R A.-Valdés