viernes, 24 de febrero de 2012

Orar en grupo

Esta técnica puede practicarse con un mínimo de tres personas, pero es más efectiva con un gran grupo. Es mejor practicarla por la noche.
Formad un círculo, con los ojos cerrados y las manos enlazadas. Empezad a cantar lentamente, fuerte pero sin incomodaros, "Santo... Santo.... Santo". Dejad que el silencio, el valle, descienda entre las palabras, los picos. Después de tres o cuatro minutos se desplegará entre los participantes un ritmo y una armonía naturales.
Mientras cantas, siente que todo es sagrado, que todo objeto es sagrado, que cada persona es sagrada, que tú eres sagrado, que todo es sagrado y que todo forma parte de la Totalidad. Siente la realidad de tu propia santidad y totalidad y la de todo aquello que te rodea. Deja que tu ego se disuelva y fusiónate con el canto.
Osho ha dicho, "Los que tengan ojos, verán un pilar de energía emergiendo dentro del grupo. En solitario, un individuo no puede hacer mucho, pero imagina a quinientos meditadores uniendo sus manos en esta oración".
Después de diez minutos más o menos, o cuando el líder indique que soltéis las manos, arrodíllate, besa la tierra, y deja que la energía fluya hacia ella, que regrese a la fuente de la cual procede.